miércoles, 3 de julio de 2013

"Mi Marga..." siempre... "nuestra Marga"

Hace muy pocos días nos dimos un último fuerte abrazo. Aún convalesciente, su amplia sonrisa, sus ojos saltones brillantes y suplicantes de vida, con sus bromas y ánimo bien dispuesto. Su mano en la mía fuertemente apretada. De sus labios sus "Danielito"... "Flaquito"... repetitivos amorosamente y nunca jamás de los jamaces ausentes..
Como no llorarte flaca querida. Como no invocar de repente millones de imágenes de nuestras tertulias de Coro y Zarzuelas. Como no verte abrazada al chelo arrancándole preciosas y dulces melodías, que hoy me impresionan como un gemido de partida. Pero no... Aquí estarás intacta y llena de vida en mi.
:-"Chiquito... Flaquito... si no te gusta esto tirá todo a la mierda y volvete a nuestra Salta que allá te estaremos esperando. Esto no es la vida. Vos lo elegiste pero ya sabés... Allá estamos" . Me dijo con lágrimas en los ojos de ambos, y muchos de mis compañeros, cuando decidí quedarme en aquél agosto de 1978 al pié del micro por José C Paz, Provincia de Buenos Aires y el Coro Polifónico de Salta retornaba a nuestra Provincia. Así, con mis 20 impertinentes años los ví perderse por el horizonte de la ruta, quedando con mi guitarra en una mano y la valija en la otra.
Jamás en la vida olvidé aquella frase de despedida. Pasaron 35 años.
 Siempre nos quisimos... adoramos y amamos... Todo junto. Porque ese es el afecto que se le tiene... Sí... digo bien... "afecto amor" que se le tiene a Margarita Grosso. 
Si bien lo sabía y esperaba... no lo sabía, ni lo esperaba... 
Uno se resiste a estas cosas. Uno las considera injustas. Pero aunque nos resistamos a ello, es la vida en una de sus más puras y francas expresiones. Dejar de existir para vivir eternamente con actitudes de vida en el corazón de quienes quedan. Y vaya mi Marga... Vaya si quedaste.
No puedo escribir más "mi Marga"..., siempre serás "mi Marga"... 


Gracias por dejarme este legado precioso de amistad y amor a la música. Porque a tu sangre no le contaban glóbulos... florecían corcheas, fusas y semifusas en fuga... ese era tu torrente sanguíneo. Factor: "Clave de Sol". RH: + Alegría.
Con tu chello me dejaste tu espíritu por siempre en una de mis canciones. No tiene precio. No puede tenerlo la eternidad. 
Ángel nuevo... Puro amor. Gracias... tantas... en las claves musicales que allí mejor prefieras.
Hasta pronto corazón bonito.

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