miércoles, 8 de junio de 2011

Luces de una voz quebrada


Luego de un día complicado. Inentendible desde algunos puntos de vista y por ello mismo sin deseos de desmenuzar un por qué. De retorno a casa en una noche realmente fría. Me ajusto el cinturón de seguridad como para sentir un abrazo por mínimo que sea. Enciendo la radio en el preciso instante que comienzan a sonar los primeros acordes y Ray Charles desgarra un: "Georgia"... 

Todas las grandes ciudades se parecen en algo tanto en tedio como  encanto. Mi mente ocupada en la nada pero conducente al fin hacia un destino que al llegar despertará en mi conciencia las mismas preguntas. ¿En qué momento llegué? ¿Cómo eludí obstáculos? ¿Por qué no recuerdo nada? Lo cierto es que llegaré. Las luces de stop de los vehículos que circulan imperceptibles e indiferentes a la vez por delante embriagan de alguna manera con fantasías de una noche de gran metrópoli. Observo por el espejo retrovisor y algún recuerdo encandila. ¿Cuando fue la última vez que me emocioné hasta las lágrimas?. Algún aullido de ambulancia me supera por izquierda y se abre paso entre la pesadumbre de un tránsito por demás exigido y despreocupado ante un ulular que despierta conciencia de finitud. Aprendí de Buenos Aires la extraña y agradable sensación vespertina de caminar bajo la garúa en búsqueda de obras de teatro "under", lo que me impulsó con solo 20 años a comprar mi primer piloto impermeable en Once, era de los buenos, yo tenia 20 o 21 años. La "Lección de anatomía" fue el debut de unos ojos provincianos azorados que intentaban entender lo que finalmente entendieron. 
La vida sucede mientras la mente acciona lo estipulado. Piloto automático Los pensamientos se declaran en libertad donde el todo y la nada ocupan el mismo sitio a la vez. 
Hoy a días de cumplir los 53, el tiempo se me representa como un soplo, más efímero que nunca. De lo que sí estoy seguro, es que narcotizado por los acordes de un piano y una nostágica voz quebrada ,"Georgia on my mind" me hizo navegar, volar o transitar libre de mi mismo... o tan dentro de mi. Síntesis del tiempo. Y las preguntas precedidas por el asombro: - ¡Llegué! Pero... ¿Cómo es que llegué?... Mañana será un nuevo día...

No hay comentarios: